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Estoy convencido de que toda madre o padre que se precie quiere que su hijo lea. Y es que desde que somos muy pequeños nos recuerdan una y otra vez que la lectura es muy importante. Eso es algo que tenemos grabado a fuego en nuestras mentes y, ahora que somos padres, tenemos la necesidad de conseguir que nuestros hijos lean. Pero ¿por qué es tan importante la lectura?
En una entrevista de hace unos días al escritor e historiador Rikard Ibañez, le preguntaban que qué debes hacer para ser un buen escritor. El respondía solo con una palabra, con un verbo: “Leer”. Y es que uno de los beneficios de la lectura es la riqueza de vocabulario que te aporta. Las palabras nuevas que leemos se adhieren a nuestro vocabulario y las asimilamos sin ni siquiera tener que buscar su significado.
Ahora pensemos en un niño. Su vocabulario está en constante crecimiento. Leer libros garantiza que tu hijo esté expuesto a vocabulario sobre diferentes temas, es decir, conocerá palabras que tal vez no escuche o lea en su vida cotidiana.
Otro beneficio es que mejora mucho la capacidad de redacción tanto al hablar como al escribir. Este beneficio está estrechamente ligado al anterior. Si nuestro hijo tiene un vocabulario variado y está acostumbrado a leer frases bien redactadas y ordenas, será capaz de crear redacciones elaboradas usando palabras específicas y concretas sobre lo que está escribiendo. Es lo que se conoce con el nombre de precisión lingüística. Es la capacidad de usar las palabras correctas para el tema sobre el que se está hablando o escribiendo. Seguro que alguna vez algún niño te ha explicado algo usando siempre el mismo adjetivo o usando expresiones tan andaluzas como “Trae el desto que está en el esto”
La lectura aumenta la concentración. Cuando lees algún libro no lees una página y lo cierras, sino que dedicas un tiempo continuo. Esto hace que nuestros hijos sean capaces de aumentar la concentración en una actividad concreta. Esto haría frente a las nuevas tecnologías las cuales optan por la inmediatez y la variedad de contenido en cortos períodos de tiempo.
Uno de los beneficios más importante es que mejora la comprensión lectora. Realmente, cualquier niño de siete años en adelante (por no decir menos) es capaz de leer cualquier texto. Pero ¿es capaz de comprender lo que ha leído? La comprensión lectora es fundamental. Un niño que no tenga desarrollada la comprensión lectora va a presentar serias dificultades en su desarrollo escolar al igual que en su día a día. Cuando tenga que preparar un control, tendrá que leer la teoría una y otra vez para entenderlo, por lo que tendrá que dedicar más tiempo que otro que tenga una buena comprensión lectora. En matemáticas, presentará dificultad para resolver problemas por el mismo motivo, aunque sea muy bueno realizando operaciones. Si le regalan algún juego no sabrá jugar porque no entiende las instrucciones o si tiene que rellenar cualquier formulario no sabrá cómo hacerlo. Por eso, es fundamental no solo leer, sino comprender lo que está leyendo.
La lectura mejora la imaginación y la creatividad. Si yo te digo: estás en una gran sala. Las antorchas iluminan la estancia y crean múltiples copias negras de ti mismo en el suelo que bailan al ritmo de las cortinas que cuelgan de las ventanas. Del techo tiende una gran lámpara con infinidad de velas.
Seguro que tu mente ha creado una sala totalmente distinta a la que habrá creado la de otro lector. Nuestra imaginación crea el escenario como nos gustaría que fuera y eso es algo mágico. La lectura nos hace viajar a lugares increíbles, conocer a personajes extraordinarios, vivir situaciones inimaginables y todo esto sin movernos del sofá.
Estos y muchos otros beneficios esperan a nuestros hijos tras los libros.
Supongo que os preguntaréis: ¿cómo hago para que mi hijo lea? Este es otro tema del que puedo hablaros en el siguiente artículo.
Un abrazo. Sed felices.
Manuel García. Docente y creador del podcast Estuviendo.