Desde que tengo recuerdos, siempre que mis padres se reunían con sus amigos, los más pequeños siempre me buscaban para que les contara historias y para que les explicara cosas. Utilizaba la típica pizarra negra con números en blanco en uno de los márgenes y un cajoncito en la parte baja para guardar las tizas donde había trocitos súper pequeños de todos los colores.
Cuando llegó el momento de decidir qué carrera estudiar lo tuve claro. Mis años de universidad fueron inolvidables, al igual que los de instituto. Supongo que la falta de tecnología te hacía vivir de otra forma, no estoy diciendo que fuera mejor o peor, sino distinta.
Antes de terminar la carrera ya estaba dando clases particulares a chicos y chicas de primaria y ESO. Con esto me mantuve algún tiempo, vivía con mis padres y mis gastos eran mínimos. También pude probar muchos trabajos distintos: repartidor de publicidad, camarero, repartidor de pizzas, albañil…
El tiempo fue pasando hasta que al final tuve la oportunidad de dar clases por las tardes en el internado del colegio en el que trabajo ahora (un poco de spoiler) y del que he sido alumno desde siempre. Mi experiencia en las ciencias hizo que los alumnos mejoraran su nivel rápidamente por lo que se me valoró positivamente, yo era un maestro de primaria dando estudio a alumnos de la ESO.
Tras esto llegó mi gran debut. Hubo una baja y me preguntaron que si quería sustituirla. Ya podéis imaginar mi respuesta. Desde ese momento siempre me llamaban para sustituciones hasta que pude entrar a formar parte del claustro al que hoy pertenezco y del que estoy muy orgulloso. Grandes profesionales implicados al 100% en lo que hacen y siempre mirando por el bien de sus alumnos.
Y ahora, aquí me tenéis probando en el amplio universo de internet y sus infinitas posibilidades. Donde la gran variedad en todos los ámbitos son tantas que nos harían falta varias vidas para poder conocer todo lo que se esconde en cada rincón de esta extensa red.
Es por esto que quiero darte las gracias personalmente por decidir entrar a conocer “Estuviendo” (estudiar viendo, de ahí su nombre) y dedicar unos minutos a conocer un poco sobre quién soy. Bienvenida o bienvenido.